Sobre Nosotros

Quienes son los Adventistas

 

    Los Adventistas del Séptimo Día aceptan la Biblia como su único credo y sostienen que ciertas creencias fundamentales son la enseñanza de las Sagradas Escrituras. Estas creencias, tal como se establecen aquí, constituyen la comprensión y expresión de la iglesia de la enseñanza de las Escrituras.

Se puede esperar una revisión de estas declaraciones en una sesión quinquenal de la Conferencia General siempre que la iglesia sea guiada por el Espíritu Santo a una comprensión más completa de la verdad de la Biblia, o si se encuentra un mejor lenguaje.

La expresión de estos conceptos ayuda a proporcionar una imagen global de lo que esta denominación cristiana cree y practica colectivamente. Juntas, estas enseñanzas revelan un Dios que es el arquitecto del mundo. En sabiduría, gracia y amor infinito, Él está trabajando activamente para restaurar una relación con la humanidad que durará para la eternidad.

Las 28 creencias fundamentales pueden organizarse en seis categorías de doctrina: Dios, el hombre, la salvación, la iglesia, la vida cristiana diaria, y los eventos de los últimos días (restauración).

 

Estilo de Vida Adventista

Los adventistas creen en una vida de consagración a Dios en el aspecto físico, psicológico, emocional y espiritual. Su estilo de vida está basado en ocho remedios naturales que son: agua, descanso, ejercicio físico, luz solar, aire puro, nutrición equilibrada, temperancia y esperanza en Dios.

Uno de los principios que los distingue es el descanso el día sábado, día separado por Dios para una mayor y mejor relación con sus hijos.

Los adventistas confían en que Dios obra en todas las áreas de sus vidas y tiene la seguridad de que Cristo volverá pronto para recompensar a quienes confiaron en Él.

 

Comunicación con Dios

Los adventistas creen que la mejor forma de comunicación con Dios es a través de la oración, el estudio de la Biblia y el buen testimonio.

La oración consiste en la búsqueda de la presencia de Dios cada mañana, el estudio diario de la Biblia, se reconoce como una forma de escuchar la guía divina, y el testimonio es el resultado natural de esta comunión como un hábito en la vida de cada creyente.